La Superpop universitaria

Ha llegado a mis manos un ejemplar de una revista universitaria española. Se trata del ejemplar #679 de junio de 2010 de la vieja Gaceta Universitaria, de la cual en septiembre de ese mismo año se anunciaba su cierre como revista en papel independiente y su inclusión como suplemento en el diario El Mundo. Se supone que estamos hablando de una revista universitaria de tirada nacional, por lo que es lógico esperar que estemos ante una publicación seria, dirigida principalmente al estudiante universitario, cuyos contenidos sean relevantes para sus intereses tanto académicos como profesionales, al tiempo que suponga una fuente de información a través de la cual manterse actualizado sobre las novedades más destacables del panorama universitario español.


«Gaceta Universitaria era una cabecera emblemática de Unidad Editorial con cerca de 20 años de trayectoria. Según datos de la Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación (AIMC), la publicación contaba con 736.000 lectores en 2009, muy por encima del resto de competidores en este nicho de mercado.» nos dice el medio que recogía la noticia, enlazada más arriba, del cierre y cambio de estrategia de difusión de la revista. Si esta información es correcta, entonces es mala suerte que el ejemplar del mes de junio de 2010 que ha caído en mis manos sea una de las cosas más bochornosas y lamentables que mis ojos han tenido la oportunidad de contemplar, tratándose especialmente de una publicación dirigida al estudiante universitario. Vean ustedes mismos la portada en cuestión:

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Nada más ver esa portada no pude evitar pensar en la infame y no menos lamentable revista Super Pop (tiene web, por si quieren echarle un ojo para hacerse una idea, pueden buscarla fácilmente, me niego a enlazar basura en mi blog), tanto por estética como por contenido: "las confesiones de una viciosa", "las desventuras de una transexual en la Complutense", "Colegios Mayores: el desparrame", este último con portada dedicada y sugerencia incluida ("¡A colocarse!") son ejemplos de artículos principales. En la esquina inferior izquierda vemos el único contenido que, creo yo, es verdaderamente interesante para el estudiante, sobre másteres, y casi parece que lo pongan como haciendo un favor, en plan: -Venga va, que también os decimos qué podéis estudiar, por si os interesa, pero solo un poco, no abuséis, que esto no es una revista aburrida de esas. Ciertamente no es una revista aburrida, es una revista vergonzosa. Espero y deseo que haya sido solo un desvarío puntual. Sueños que tiene uno de vez en cuando, oigan.

«Pero la oferta es mucho más amplia: "Mezclamos historias del entorno universitario que les sorprenden con todo el ocio y la información práctica que puedan precisar. Es decir, descartamos lo que no sea útil e interesante. Por decirlo de otro modo, nos dirigimos al joven en un 70%, y al estudiante en un 30%".» Así anunció El Mundo la puesta en marcha de la web de la gaceta. Si esa web se parecía algo al ejemplar que hoy comento, esas cifras son muy generosas. Y si descartaba lo que no fuese útil... Espero sinceramente que así fuese.

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Vaya por delante que no tengo ningún prejuicio contra los transexuales ni contra el "vicio", me parece estupendo que haya transexuales en la Complutense y si los estudiantes de los colegios mayores se quieren "desparramar" pues oye, no les voy yo a quitar la ilusión, en su perfecto derecho están. Solo digo que, y casi me da vergüenza decirlo por lo obvio que me parece, no son temas para una revista universitaria de tirada nacional, digo yo. Y es que aunque le concediésemos la oportunidad de tratar temas tales como la sexualidad o la drogadicción, que son temas que sí pueden ser de interés, de forma seria y rigurosa, como corresponde a un público en formación universitaria, que sí podrían tener cabida en una publicación de este tipo, todavía me callaría la boca e incluso la leería con atención, pero sucede que si leemos el contenido de tales artículos nos encontramos con lo dicho, la Super Pop: testimonios irreverentes, irrelevantes, amarillistas, llenos de estrellitas de colores, frases tomateras, fotos con poses a lo modelo y, en definitiva, toda la basura de una especie de prensa rosa adolescente vomitada sobre el papel. Es como encender la televisión y poner Tele5. Es La Noria en versión papel universitario, donde lo único que da vueltas en una circunferencia sin fín son las neuronas de quien se atreva a leer un solo párrafo. Si esto es lo que leen nuestros jóvenes universitarios, no me extraña que luego se vote lo que se vota y no se vote lo que no se vota.